RESPUESTAS INESPERADAS

Seguimos hablando de competencias, y es que éste tema da de sí. Hoy les hablaré del impacto que éste modelo educativo, por llamarlo de algún modo, tiene en nuestras vidas. A veces lo que una quiere, choca con las expectativas que una misma tiene. Y eso no es fácil de gestionar. 

Creo en el modelo educativo que le estamos dando a mi peque, pero es ese mismo, el que modifica sus reacciones o respuestas, generándonos desconcierto en muchísimas ocasiones. Les pondré ejemplos que dan que pensar. No hace mucho me ausenté unos días por trabajo. Hablaba todos los días con él por teléfono, e imaginábamos que regalo le iba a llevar. Cuando volví a casa, pueden imaginar lo que ocurrió ¿verdad?. Pues no fue así, le dije -tengo tu regalo en la bolsa -, a lo que él me respondió, -primero vamos a hablar, que hace tiempo que no nos vemos y tenemos muchas cosas que contarnos-. Y nos sentamos en el salón a compartir ese momento en el que ambos nos contábamos cómo nos había ido esos días. Resulta desconcertante que un niño de 5 años priorice a la persona antes que a lo material. Creo que no estamos acostumbrados a reacciones así, y es algo a lo que sería bonito acostumbrarse. No suena tan bonito en navidades, créanme. Cuando tu hijo se levanta la mañana de navidad y se va a ver la tele, ignorando los regalos del árbol. Le preguntas y serenamente te responde -estoy esperando a abrirlos en familia- Y entonces recibes la última cachetada del año, que empata con la primera del siguiente, el día de reyes. Y es que de repente parece tener más claro él que tú, que lo bonito de la navidad, es compartirla con la familia, no los regalos en sí. Es lo que tiene educar para el consumo responsable, je je.