TOCA MOVER FICHA

Ya había hablado en un post anterior, sobre la importancia que tiene para mi, la toma de decisiones reflexiva y consecuente. Y es que a lo largo de su vida, tendrá que tomar muchísimas decisiones, y aunque me tienta decidir por él, creo en la importancia de fomentar esa autonomía.

Afortunadamente, a lo largo del día, se dan muchas oportunidades para incidir en éste aspecto, así que ocasiones para practicar no faltan.

La estrategia que utilizo son las rutinas de pensamiento, es decir, patrones o hábitos de pensamiento. De eso les quiero hablar hoy.

Siempre que toca decidir, le digo: para y piensa, ¿qué opciones tienes?,  (con cada una de las opciones); qué es lo mejor que puede pasar?; qué es lo peor que puede pasar?; decide. 

Éstas dos últimas preguntas las considero importantes en la toma de conciencia de la consecuencia. De éste modo, facilito la tolerancia a la frustración. 

Al tomar la decisión, asume las posibles consecuencias positivas y negativas, atribuidas a su toma de decisión y no sólo a factores externos.

Como siempre, el juego es la principal herramienta para trabajar cualquier aspecto educativo.

En ésta ocasión, les comento las ventajas de jugar al parchís en relación a la toma de decisiones, la tolerancia a la frustración y la resiliencia.

JUGANDO AL PARCHÍS

Me encanta este juego. Es un juego al que se le puede sacar muchísimo partido. Trabajamos:

• Habilidades sociales
• Competencias matemáticas (números, sumas, restas...)
• Toma de decisiones (toca mover ficha)
  1. para
  2. valora tus opciones
  3. toma una decisión 
  4. asume las consecuencias

• Tolerancia a la frustración (a veces nos comen fichas)
• Resiliencia (a veces tenemos que volver a empezar, pero eso no quiere decir que no puedas seguir jugando y llegar a la meta)

Porque la vida es como el parchís. Constantemente avanzando hacia nuestras metas, tomando decisiones, acertadas o no. 

Porque puedes planificar lo que haces con tus fichas, pero no puedes controlar el entorno, ni cómo se mueven las fichas que no son tuyas, ni la influencia o impacto que tienen en tu juego.

Porque las decisiones tienen consecuencias que no siempre coinciden con nuestras expectativas. 

"Porque perder una ficha, no es una derrota, es la oportunidad de volver a empezar"